Explore las obras maestras que han marcado la escena.

El hotel, inaugurado el 11 de abril de 2003, se inspira en el nombre y la elegancia de la dueña de uno de los apellidos más ilustres del sur de España. Gran dama de Marbella, Alicia Padierna de Villapadierna Klein era hija del Don José María Padierna de Villapadierna, Conde de Villapadierna – un apellido con orígenes en la Alta Edad Media, un linaje asturiano que participó en la Reconquista, el nombre de los caballeros de Santiago y señores del castillo de Villapadierna en Tierra de Campos. Su madre era Alicia Klein, hija de un importante financiero con conexiones con banqueros alsacianos y amante de los deportes, consiguió importantes trofeos como jugadora de golf.
El matrimonio de Alicia Padierna de Villapadierna Klein con el hotelero Ricardo Arranz marcó el inicio de una visión compartida: la creación de un refugio donde el lujo se fundiera con la historia. Alicia fue la inspiración de Arranz. Su elegancia y sus ideas transformaron un sueño en realidad y el hotel resultante es un homenaje a su pasión y compromiso con ella.

En la década de 1990, Arranz adquirió una propiedad sin desarrollar en Benahavís con la idea de construir un complejo de golf único en su clase para los entendidos del lujo de la Costa del Sol, junto con villas y apartamentos residenciales de alta gama.
Su visionario objetivo tomó forma con el apoyo de Eddie Gilbert, el arquitecto del complejo, que trabajó durante un tiempo con el gran decorador de Marbella, Jaime Parladé, dando vida a lo que hoy es Anantara Villa Padierna. El resultado de su genialidad compartida devolvería la elegancia, la sofisticación y el buen gusto a Marbella.
La realidad actual de Villa Padierna es el resultado de muchas influencias e intervenciones, entre ellas la huella del arquitecto mexicano Marcos Sainz, que se formó con Noldi Schreck (ambos diseñarían Puerto Banús), y que desde entonces ha trabajado en numerosos proyectos para Anantara.