Historia

El equipo capitaneado por Alajos Hauszmann —uno de los arquitectos más prolíficos de Hungría—’ diseñó la mayor parte de estilos que aún se pueden apreciar hoy en día: un crisol de Renacimiento, Barroco y Art Nouveau. Su complejo labrado de la piedra y las esculturas que decoran la fachada çle dan un halo magnánime, pero el interior tampoco se queda atrás con su mobiliario opulento y sus magníficas lámparas.

Al decantase por el bulevar Erzsebet como ubicación, New York Life se plantó en el epicentro cultural de Budapest. Cuna de los teatros y salas de concierto ’más prominentes de la ciudad, en el propio bulevar y calles aledañas fueron apareciendo multitud de cafeterías que sirvieron de centros de debate de conocidos artistas de la época hasta altas horas de la noche. Uno de ellos sobresalió por encima de todos, hablamos de New York Cafeé.

New York Cafeé se inauguró el 23 de octubre de 1894, reuniendo en su diseño un halo de la majestuosidad característica de la dinastía de los Habsburgo. Además de servir de punto de encuentro y debate de artistas, políticos y periodistas de la época, esta cafetería también desempeñó un papel primordial en el día a día de la ciudad, ya que fagocitó animadas conversaciones sostenidas leyendo periódicos y tomando ricas tartas y cafés.

Al ir ganando territorio la guerra en Europa, la vida cambió forzosamente y esto repercutió en el New York Cafeé. Cambió su clientela habitual por los soldados en busca de una comida caliente, por el día, y como lugar de evasión, por la noche, donde se bebía, se bailaba y se apostaba hasta bien entrada la hora del desayuno del día siguiente. Cuando la guerra acabó y se impuso el comunismo, este lugar sufrió un periodo de abandonoé’ que culminó con su cierre.

En 2001, se vendió New York Palace a nuevos inversores que contrataron a un equipo de diseñadores y les confiaron la restauración de su esplendor original. Volvió a abrir sus puertas en 2006 como uno ’de los hoteles más lujosos de la ciudad, lo que sirvió de imán a viajeros de todo el mundo, venidos para contemplar la grandeza de antaño. New York Cafeé volvió a ser el lugar donde congregarse y conversar “en la cafetería más bonitaé del mundo”.