Sumérjase en la vida de la ciudad.

Piérdase por los distritos más antiguos de Roma, donde las ruinas imperiales y las iglesias centenarias se entremezclan con trattorias familiares, mercados de productos frescos y tiendas bohemias. Las estrechas callejuelas de Monti, Trastevere, Testaccio y Trevi cobran vida con voces que atraen, coloridos mosaicos y los tentadores aromas del café y la pizza recién hechos. Haga una parada para probar el mejor gelato de la ciudad, encienda una vela en una iglesia medieval oculta o comparta una romántica puesta de sol.

Las visitas son guiadas, con la opción de transporte en carrito de golf o limusina.